Limnos es una isla muy especial, llena de una naturaleza rica y de vida salvaje, de pueblos pintorescos, de playas paradisíacas, de historia y mitología. Ofrece, entre otras, las siguientes posibilidades si apetece hacer algo diferente y tomar un descanso del viento y la navegación.
– El pueblo portuario de Mirina: el más grande de la isla y posee excavaciones arqueológicas, un castillo Bizantino construido en 1186 y un paseo lleno de restaurantes, cafeterías y tiendas para todos los gustos. Vale mucho la pena subir hasta el castillo para apreciar la vista y ver los ciervos y conejos salvajes que caminan libremente por ahí.
– Hay algunos ecosistemas que valen mucho la pena visitar, como la zona protegida de ¨Gomatti¨, dónde están dunas de arena fina que te hacen acordarse del Sahara.
– En la zona este, los populares lagos de Hartarolimni y Aliki, que reciben millares de pájaros en la estación de invierno.
– Las cascadas de Káspakas, con sus pequeños desniveles y lagos que forman un idílico escenario natural.
– El bosque petrificado cerca del pueblo de Moudros, dónde se tiene la oportunidad de ver troncos, hojas, frutas y raíces fosilizados con más de 20 millones de años.
-El asentamiento pre-histórico de Poliochi: la ciudad Neolítica más antigua de Europa.
– El sitio arqueológico de Hephaestia: un complejo de una ciudad construida y reconstruida en más de 10 camadas, incluyendo palacios, baños, iglesias, un teatro, una necrópolis y un santuario de adoración.